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| 25 Nov 2018 |
Digo "mi chica" desde el más absoluto cariño, aunque podría decir mi mujer, mi esposa, mi amiga, mi compañera, y que si bien siendo todas ellas, "mi" no es posesivo sino un todo del que formo parte (o monta tanto), y "chica" implica juventud (eterna, desafiante al tiempo, el tiroides, la gravedad y los liposomas), esa que conserva la mirada vivaracha y curiosa de niña sin más ánimo que aprender cada día y que se alimenta de la vida a bocanadas, vibrante y emocionada, no infantil pero sí curiosa, siempre generosa y sensible, emotiva, cualidades que lo normal -desgraciadamente- es perder... y sonriente, su gran faceta, su gran arte, esa eterna sonrisa arrastrada hasta la madurez con la misma intensidad que la disfruté por primera vez, y que no han sido pocos años. Toda una vida, con sus claros y sus oscuros, sus penas y sus glorias, pero en la que cada minuto ha sido un auténtico privilegio ser compañero de viaje. Espero estar otro lustro.
Que nos quiten lo bailao, sobre todo a ti. No se te ocurra parar.
Love!
Queen. "Bijou" (Innuendo, 1991)
(...)
"Nunca des una espada a alguien que no es capaz de sonreír y bailar."
Confucio, 孔子 (551 a.C.-479 a.C.). Filósofo chino.
