Fueeegoooooo!!!!!

Vuelvo a rememorar mis jóvenes tiempos del I.B. Luis Vives, y otros grandes problemas de la época que me acechaban,… se me ocurren,… a modo de ejemplo: llegar con cierta puntualidad al bar del instituto para no quedarme sin bocata de tortilla de patatas con alioli (ajoaceite) -la familia “jabalí” concesionaria del bar la preparaba francamente buena, convirtiendo un vulgar bocadillo en un manjar exquisito-, codiciada pieza culinaria de voraces funcionarios de Hacienda y/o del mismísimo Ayuntamiento de Valencia, que aprovechaban tanto la sabrosa vianda como sus populares precios de estudiante colándose en el instituto a la hora del almuerzo y, así, dejándonos sin pitanza (si es que el ansia de algunos funcionarios no tiene límite).

O bien otra terrible contrariedad: las temidas "peleas" contra nuestros, sólo en época fallera, rivales el Instituto Castellanos como marcaba la tradición, combatidas diariamente como chupinazo de salida previo a las mascletás, y el temor de acabar con la marca de una suela de zapatilla legible en la cara tras levantarte del campo de batalla. Así fue el caso del amigo “Lausi” que, una vez se incorporó despeinado de la melé, podía leerse claramente la palabra “Nike” en su mejilla derecha (logotipo y todo), más dolorido en su orgullo que por la señal de su jeta.
:)

Sí, grandes preocupaciones las de aquellos atareados 16, 17 años.

Era por aquella estresante y dura adolescencia cuando me inicié en la búsqueda de música “distinta” y ajena al circuito de Los 40 Principales, manipulando el dial del radiocassette de mi habitación para sintonizar y escuchar emisoras más alternativas. Era siempre en la madrugada y en esas cadenas menos populares donde conseguía capturar algunas de las joyas que luego me dedicaba a buscar y comprar (cuando tenía pasta).

Tal fue el caso concreto de “Forest Fire”, que grabada parcialmente en una cinta BASF de color verde, mi amigo “el Rocker” y oráculo musical fue capaz de identificarme… “Son Lloyd Cole and the Commotions, chaval…”, me resolvió exitosamente, para al día siguiente traerme una cinta grabada (¡de cromo!) con el disco completo (Rattlesnakes) en su cara A, y el primer álbum de The Cure en la cara B.

“Rattlesnakes” (1985) es un disco redondo de extremada calidad, con un sonido luminoso de guitarras y el timbre vocal tal peculiar de Lloyd Cole.

“Forest Fire” es el tema por el que los descubrí y mi pieza favorita del disco, donde el bosque quemado sirve de metáfora al amante ahora solitario. Magnifico el sonido de órgano Hammond, los acordes de su guitarra perdida e insisto, la particular voz de Cole en su tono más melancólico.

Está que arde...!


(...)
Ella hizo la señal de la cruz mientras arreglaba sus cosas
En otro tiempo se prometió una vez no vivir de esta manera
Si no se sosiega, se extinguirá a sí misma
Al igual que un incendio forestal, así no... te hacen sonreír?

Si no vas más despacio,
te juro que volveré
y echaré a perder tu lugar, vamos a dar una vuelta
Ellos dicen que no debíamos conocernos el uno al otro
y eso es lo que se va a quedar por hacer.
No te hace sonreír,… como un incendio forestal?

Creo en el amor, voy a creer en cualquier cosa
Eso es lo que me a hacer conseguir lo que quiero y desarrodillarme
Entonces vamos a incendiar tu casa,
no te sientes bien?
Hay un incendio forestal…cada vez que estamos juntos

Doo doo doo, doo doo doo doo doo doo

Eh,… Reponte, déjate
Hazte pedazos y da vueltas
De la misma forma que dijimos que vendríamos
Porque somos un incendio forestal
Créeme, vamos a demoler este lugar
Si somos pillados por este viento entonces podríamos quemar el océano
Si nos ha pillado esta escena vamos a ser deshecho
Es sólo una simple metáfora, es para un amor ardiente

No te hace sonreír,… como un incendio forestal?