Sueña

El sacramento de la Última Cena, 1955 (268x167 cm). Oleo: Salvador Dalí

Pero, en esa época de mi infancia, cuando mi espíritu se afanaba por saber, yo no encontraba en la biblioteca de mi padre otra cosa que libros ateos. Hojeándolos, aprendo con todo celo, sin dejar prueba alguna al azar, que Dios no existe... Voltaire me suministraba en cada una de sus páginas argumentos de hombres de leyes (al igual que mi padre que ejercía de notario), sobre la inexistencia de Dios.

Cuando descubrí a Nietzsche, por primera vez quedé profundamente atónito. Vi que tenía la audacia de afirmar en letras de molde: !Dios ha muerto! ¿Cómo se explicaba eso? Había estado estudiando que Dios no existía, y ahora alguien me participaba su defunción. Zaratustra se me antojaba un héroe fabuloso de quien admiraba la grandeza del alma, pero al mismo tiempo se daba a conocer con unas puerilidades, que yo Dalí, hacía tiempo había superado. !Tiempo llegaría en que yo habría de ser más grande que él! El día de mi primera lectura de Así hablaba Zaratustra me formé ya mi concepto de Nietzsche. !Se trataba de un hombre débil que había tenido la debilidad de volverse loco! Estas reflexiones me proporcionaron los elementos de mi primera consigna, aquélla que debería convertirse en el lema de mi vida: "La única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco".

Fragmento de "Diario de un Genio" (Salvador Dalí)

Lenny Kravitz. "Dream" (Black & White America, 2011)

(...)
Me puedes confiscar mi libertad
pero mi espíritu correrá libre
Puedes quitarme mi percepción
eso no quiere decir que no pueda ver
Vale, todo lo que tengo que decir es
que no funciona de esa manera
Lo que vive dentro de mí
encontrará su forma de estar.

(Estribillo):
Todo comienza con un sueño
el amanecer de un nuevo día
El Dios en tu interior siempre mirará a través tuyo
Así que aférrate a tu sueño
Nadie puede llevarse el sueño
de tu corazón,
de tu corazón.

Puedes intentar sacudir mi forma de pensar
pero nunca me rebatirás
Me puedes masacrar a balazos
pero estoy construido sobre cimientos sólidos
Así que todo lo que tengo que decir
es que no me voy a ir
Es mucho más grande que yo
La voluntad de Dios siempre estará

(Estribillo)

Amén... amén... amén

Nunca me arrebatarás mi pasión
porque siempre permanecerá
Incluso si pierdo esta batalla, oh sí
Se trata de sangre en mis venas
eso es todo lo que tengo que decir
El sueño no va a desaparecer
No puedes robarme
lo que Dios me ha dado gratis

(Estribillo)

¡Amén!.
..............
"También Dios tiene su infierno: es su amor a los hombres"

Fuente: "Así habló Zaratustra". Friedrich Wilhelm Nietzsche (1844–1900).