No, no tengo palabras (de momento), ya me explayaré... Sólo siento una profunda pena, una profunda e insana vergüenza...
(...)
Sí...
No puedo creer lo que dicen hoy las noticias,
Oh, no puedo cerrar los ojos
y dejarlo pasar (hacer que desaparezca).
¿Cuánto tiempo,
¿cuánto tiempo debemos cantar esta canción?
¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto...?
Porque esta noche
podemos ser uno solo.
Esta noche...
Botellas rotas bajo pies de niños,
cuerpos esparcidos en un callejón sin salida.
Pero no voy a atender la llamada a las armas,
me anima a hacerlo,
me pone contra la pared.
Domingo, sangriento domingo...
Y la batalla acaba de empezar.
Hay muchas pérdidas, ¿pero dime, quién ha ganado?
La trinchera está excavada en nuestros corazones.
Y madres, hijos, hermanos, hermanas,
separados
Domingo, sangriento domingo.
Domingo, sangriento domingo.
Cuánto tiempo
¿cuánto tiempo debemos cantar esta canción?
¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto...?
Porque esta noche,
podemos ser uno solo,
esta noche... esta noche...
Domingo, sangriento domingo.
Domingo, sangriento domingo.
Limpia las lágrimas de tus ojos,
límpiate las lágrimas.
....
Y es verdad que somos inmunes,
cuando la realidad es ficción y la televisión realidad
y hoy millones lloran.
Comemos y bebemos mientras mañana ellos mueren,
(Domingo, sangriento domingo)
La verdadera batalla acaba de empezar
para reclamar la victoria que Jesús ganó.
En el…
domingo, sangriento domingo.
Domingo, sangriento domingo.
...............
"En la lucha entre uno y el mundo, hay que estar de parte del mundo."
Franz Kafka (1883-1924).
Coincido.
ResponderEliminarCertera entrada.
Un fuerte abrazo.
Un día muy triste, desde luego cuyas consecuencias son difíciles de predecir y de solucionar.
ResponderEliminarUn abrazo, Sergio.
Un día muy negro, sin duda. Un besote!!
ResponderEliminarEs curioso. Una de esas veces en que todos coinciden en que fue un día negro, pese a que no se pongan de acuerdo en los motivos de por qué lo fue.
ResponderEliminarGracias.