Payasos

Pablo Picasso: Bufón y pequeño acróbata, 1905.

¿Quién iba a saber dónde iba a ir a parar?.

La salida fue irremediable, no era deseada sino fuerza de las circunstancias, de un futuro más que incierto y al tiempo la posibilidad de subir a un tren del que se intuía no era un trayecto fácil, pero sí con un claro de luz, un largo recorrido a alguna parte lleno de esperanza, de ilusión, del reto del volver a empezar, a luchar, a crecer, creía, al fin de al cabo siempre he sido un tipo con suerte, o muchos así lo piensan, e incluso en ocasiones así mismo lo he sospechado. Tan sólo 8 días oficiales inscrito en largas filas del Servicio Público de Empleo Estatal, alias SEPE, como mero trámite para ocupar un (su)puesto de confianza, que en la práctica empiezo a desempeñar desde el día siguiente del que salgo de mi anterior vida laboral, en esta ocasión en un sector/es distintos, con un perfil distinto, con una dirección distinta.
¿Dirección?... dirección implica un camino, una vía, una habilidad, un medio y un modo, y precisamente es lo que ni encuentro ni ejerzo, más bien su ausencia, la hostilidad, el recelo, la violencia en las formas, en el fondo, el caos más absoluto y lo que es peor, irremediable e indomable, un entorno que empequeñece y anula cualquier iniciativa o intención de progreso, la vuelta a lo más primario y así al sentimiento más absoluto de fracaso. La cultura del amo, del cacique, del mezquino.

Son tiempos difíciles para estar en situación de desempleo y más por propia iniciativa, pero he abandonado, empiezo a dudar de que haya sido una payasada, en cualquier caso mejor yo que él; con éste es mi segundo lunes que me integro como uno más de esa larga y fría fila, ese colectivo que no para de moverse y que irónicamente llaman parados.


Extremoduro. "So payaso" (Agila, 1996)

(...)
Puede que me deje llevar puede que levante la voz
y puede que me arranque sin más,
¡a ver qué me dice después!

Quiero ser tu perro fiel,
tu esclavo sin rechistar
que luego me desato y verás,
¡a ver qué me dices después!

So payaso, y me tiemblan los pies a su lado
me dice que estoy descolorío,
le empiezo a besar...
¡a ver qué me dice después!
so cretino, me tiemblan los pies a su lado
me dice que estoy desconocío,
me empiezo a pensar...
¡a ver qué me dice después!

Acércate y ya verás
que no sé como hacerlo peor,
despacito pero mu mal,
¡a ver qué me dice después!

Hago casas de cartón,
ayer bebí hasta jurar
pero hoy no me levanta ni Dios,
¡a ver qué me dice después!

So payaso...

..............
"Me encuentro solitario cuando busco una mano y sólo encuentro puños."

Ralph Johnson Bunche (1904-1971).
Diplomático estadounidense, Premio Nobel de la Paz en 1950.