No dejes que el sol se ponga en mí

Inauguramos nueva sección: canciones de peloempuntamiento.
"Peloempuntasongs", vellopunzantes, todoerizantes, esas que según avanzan crecen, y en ti el estremecimiento, la tensión, la emoción, esas que sólo al acabar es cuando vuelves a respirar.

Existen muchas piezas de música clásica que consiguen ese efecto, multitud de arias, fragmentos de ópera, pero en un contexto más terrenal y popular, no es fácil encontrarse frente a una canción que te mantenga en vilo y cada vez más elevado, para culminar y escuchar tu desahogado suspiro en los primeros segundos de silencio.

Empezará por los brazos, seguidamente lo notarás por la espalda que recorrerá rápidamente hasta la nunca, percibirás el cosquilleo por toda la cabeza... ya estás perdido, te ha atrapado.

Lo que no logre esta orquesta y el sentimiento que envuelve sus voces no habrá ser mortal, divino ni inmortal al que te puedan encomendar. Advertido estás.


Y por ser tratarse del estreno, como cortesía promocional, la ocasión lo merece... hoy, programa doble:


:)

(...)
No puedo iluminar más tus tinieblas
todas mis fotos parecen decolorarse en blanco y negro.
Crece mi cansancio y el tiempo se estanca frente a mí
Congelado aquí, en la escalera de mi vida.

Demasiado tarde para salvarme de la caída.
Probé suerte y cambié tu manera de vivir.
Pero malinterpretaste mis intenciones cuando te conocí
cerraste la puerta y me dejaste cegado por la luz.

No dejes que el sol se ponga sobre mí
aún buscándome a mí mismo, siempre es a otro al que veo
Quisiera, simplemente, que un trozo de tu vida deambule libre
pero perderlo todo es como si el sol se pusiera sobre sobre mí.

No puedo encontrar la línea romántica adecuada
pero mírame una vez y observa cómo me siento
No te deshagas de mí
sólo porque pienses que significa hacer daño
Estas heridas que tengo, oh...
necesitan amor para ayudarles a sanar.

Elton John | Don't let the Sun go down on me (Lyrics)

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"La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación."

Félix Lope de Vega y Carpio (1562–1635).