Women Vs. Men

Diferencias biológicas, complejos estudios neurológicos y profundos estudios antropológicos, socioculturales, históricos... Los hombres, como género, no somos menos sensibles a la belleza, ni más predispuestos por la técnica o las ciencias, sin menos instinto ni más costillas, las diferencias no son tan complejas ni tan sumamente simples como la posición natural al orinar, y tampoco en ser detallistas pero sin embargo sí radican en los detalles, como poder vivir sin cortinas, no saber cuándo se lavan las toallas del baño, y el esquema del circuito cerebral, poco más.
No hay que darle muchas más vueltas de lo necesario, así es y así será por los siglos de los siglos, amen, hasta casi representar un círculo perfecto, incluso cuando afirmamos no pensar en nada, es posible: On y Off.

Simuladores electrónicos del esquema del cerebro del género humano

¿algo más que destacar?

(...)
Dando vueltas, con gracilidad,
yendo a ninguna parte, oh, con rapidez.
Soy más viejo, día a día,
todavía volviendo al camino de mi infancia.

Cíclico (circuitos),
vuelta y vuelta con paciencia,
perdiéndonos por culpa del guía,
y yo estoy todo nervioso por nada.

Circuitos,
todos yendo y viniendo,
conectan mi cuerpo,
profundamente en la tierra.

Circuitos,
conectan la Tierra con la luna,
y unen nuestros celestiales cuerpos,
nunca demasiado pronto.

Bueno, puedes abrir las ventanas de golpe,
o puedes cubrirlas con paneles,
santos para una multitud,
o la humilde copa de Cristo.

Crees que te encontrarás ahí fuera,
fuera, en la guarida del león,
en la batalla de otro,
demasiada confianza en los sistemas.

O desaparecer en el vacío,
neutralidad total,
bueno, no puedes perder nada,
pero no hay nada que ganar.

Bueno, de todas formas lo cortas,
solo estamos dando vueltas,
fuera, en los circuitos,
sobre las tierras huecas.

Fuera, en los circuitos,
sobre las tierras huecas,
dirigiéndonos directos al mismo lugar,
en el que empezamos.
De vuelta directos al mismo lugar,
de vuelta directos al mismo lugar,
en el que empezamos.
..............
Una neurona pasea desconcertada por el interior del cerebro de un hombre, en silencio, perdida, desorientada en la inmensidad, y de repente, allá al fondo, cree ver a alguien, parece... ¡sí!, ¡es otra neurona!, corre desesperada, ilusionada y por fin la acaba alcanzando. Jadeando exclama:
- ¡Qué alegría!, tanto tiempo sin ver a nadie, creía que estaba sola.
Y la otra contesta,
- Que va, si somos más de 100.000 millones, lo que pasa es que estamos todas en la polla, yo he subido aquí arriba a por hielo.