Una de putas, por favor...

- Oye,... ¿a ti como te gusta el whisky?
- A mí, ¡con mucho humo y muchas putas!

No es un diálogo de Torrente, aunque podría serlo, es un chiste con mayor o menor gracias.
Y yo pregunto... ¿y por qué no?

Bueno, hay personas que precisan de esos servicios, que tienen una predisposición natural hacia el sexo, así como suena, no me vayan a hablar ahora de ausencia cariño, apoyo moral, búsqueda incesante de un compañero/a, de amor como en Irma “la dulce”. No seamos hipócritas, se trata de sexo puro y duro, tal cual se pronuncia con dos breves sílabas (una, en muchos otros idiomas).
No por ello voy demonizar al sexo, el mejor de los inventos que hizo el hombre, o probablemente la mujer tras aquel bendito Pecado Original.
El sexo, si no se hubiera inventado, habría que inventarlo, …¡Y patentarlo!, sí gran invento, pero eso, será otro tema, no quiero desviarme, me centraré en el sexo de pago o lo que rápida y vulgarmente denominamos putas, aunque existan diversas variaciones orientadas a idéntico fin como son los travestis, gigolós, chaperos y demás permutaciones posibles.

El tema de hoy da mucho juego, múltiples enfoques y análisis; ¿debe legalizarse la prostitución?, mejor dicho, regularse, pues su ejercicio no se considerara ilegal, sino “alegal” (el delito es el proxenetismo); por cierto, ¿es conveniente el proxeneta, bien como persona física o entidad jurídica que de cobijo, protegiendo los intereses y su propia persona?;¿la puta ejerce por vocación o por vicio? (el término  “vicio” permite a su vez “n” lecturas), ¿para quién es lucrativo?, y, estando claro que sí lo es, ¿en qué epígrafe deberían tributar o cotizar?, ¿son un oficio o un servicio necesario?,.. y, si es el oficio más viejo del mundo ¿por qué no hay manuales ni estudios de formación profesional reglados?... y seguiría, pues permite distintas entregas, pero me centraré en la visión que hoy le pretendo dar: ¿Qué motiva al individuo a acudir al servicio de un/a prostitut@? (obsérvese que con la palabra servicio ya vamos despejando dudas).

Supongo y es mero suponer, sin base alguna en estadísticas contrastadas ni estudio sociológico, que el sexo de pago es más propio del género masculino que no del femenino, aunque la evolución de roles, la incorporación de la mujer al mundo laboral, asumiendo la competitividad entre ahora sus nuevos valores le haga desempeñar el ancestral papel de “cazador”, tan propio del macho, y sucumba a alimentar el ego de aquel que busca y encuentra a su presa, pero por el camino fácil, echando mano de la cartera y resolviendo, de una tacada, sus más inmediatos primitivos instintos. O sea, pagar para pegar un polvo.

BerlusCORNI

Partamos del estereotipo varón, o porqué no decirlo, macho. Cuando digo macho es macho, pelo en pecho, sin depilar, solo ducha, quizá desodorante y probablemente sin colonia ni perfume alguno, solo aromatizado por su loción alter-shave, obviamente con alcohol, y teñido con un eficaz producto que mimetiza su natural pelo cano en una ala de cuervo. Su formación cultural y estatus social es tan dispar como la calidad de la puta escogida. A mayor estatus, que no cultura, mejor puta y más nivel de VISA (estándar, oro, platino…).

Pongamos una muestra, por citar un ejemplo hablemos de DSK por aproximarnos a un segmento concreto. El perfil de DSK es la de un varón de mediana edad, acomodado, bien posicionado, una notable carrera profesional y un meritorio puesto de trabajo. Casado, con una “feliz esposa”, con una “felicísima familia”, probablemente con uno o varios “felicísimos perros”; la hipoteca resuelta, sino de la principal de la segunda o tercera vivienda, bien alimentado y aparentemente sano salvo del coco, pues tiene una pequeña tara, una enfermedad: es adicto al sexo. Esa es la única explicación que le encuentro, adicto al sexo y una vida vacía falta de valores, al menos sentimientos, poco amor propio y ninguno por tu pareja. ¿Con quién mejor que con tu pareja para practicar el mejor sexo? …¿quieres cosas nuevas?, pues las propones, las hablas y sugieres, las compartes, pero no es por poder o no practicarlo. No es el hecho de poder, como capacidad para hacer algo, sino PODER como autoridad, poderío, supremacía, capacidad de dominar. Sospecho que ahí está la clave.
El sexo con amor no solo existe sino que es el mejor de los guisos, pero en algunos casos hay apetencias que están fuera de la carta, y ahí puede que se justifique el beneficio y servicio social del/la profesional. ¿Lo comparto?, pues no, pero es preferible que alguien alivie su "furia sexual" dentro de un contexto de sexo tolerado entre personas adultas, que no le arruine la vida a alguna pobre víctima que provoque su confusión, forzando su voluntad.

Siguiendo con el ejemplo de DSK, ha quedado claro que le gusta el sexo, disfruta del sexo, el sexo le nubla la mente, era por todos conocidos, incluso por su propia mujer (del consentimiento también se podría hablar…), y sus sueños más salvajes, sus deseos más inconfesables desea que sean satisfechos. Y Ahí podía estar ella, al otro lado del teléfono preparada para la cita, dispuesta a satisfacer tu lujuria, tu ego, tu hombría, la potente erótica del poder, el hecho de quererlo y tenerlo, el aquí te pillo aquí te mato, como buen cazador. Porque tú lo vales.

Y como tú lo vales, fuiste más allá, te saliste del dibujo, y en lugar de acudir a una buena profesional, pues posibilidades para ello tenías, preferiste abalanzarte sobre una camarera para satisfacer tus más primarios y enfermizos instintos. Ahora, el presidente y director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn (DSK), permanece detenido en EE UU acusado formalmente de tres delitos sexuales por haber supuestamente intentado violar a una camarera de la suite del hotel en el que estabas alojado. Vale, eres presunto. Presunto violador, pero enfermo confirmado.
Que la justicia, sin que se empañe por principios morales, tratos de favor, ni intereses políticos en pro o en contra, haga su papel.

Es triste DSK, el caso es que tú podías, pero te pudo mucho más segur sintiendo la inmensa fuerza del poder que tan acostumbrado estás a profesar, seguir ejerciendo tu "derecho" a ostentar tu papel de una de las personas más poderosas del  mundo en lugar de, independientemente de juicios morales y a pesar de amancillar el honor de tu mujer y familia de igual forma, haber hecho lo que habría sido lícito, limpio y profesional, por que para eso están los profesionales …¡Haber pedido una de putas!.

…creo recordar que era en la película Casino, igual me confundo, el personaje de Joe Pesci disculpaba su comportamiento licencioso afirmando que no podía hacer ciertas cosas con la misma mujer que besaba a sus hijos. Eso es ser, además de muy “macho” , de duro, y de cínico de cojones.

Otras profesiones tienen Santo Patrón: Santa Tecla, para los informáticos, la Virgen de la Candelaria para los electricistas, o Domingo de la Calzada para los ingenieros de Obras Públicas y los de Caminos (Canales y Puertos, se me olvidaba), pero por vieja que sea la profesión de puta, no se reconoce como tal, lo que provoca que no tenga Sant@ para celebrarlo, aunque que se atribuye oficiosamente a Santa Nefija el honor de ser la patrona de las putas, pues Daba su cuerpo y daba de cabalgar de limosna.
Ante falta la de santoral oficial y como no les voy a poner velas, como tampoco lo hago con informáticos, médicos y menos con los Ingenieros de Caminos, lo que si haré es ponerles música, …buena música.


The Police. "Roxanne" (Outlandos d'Amour, 1978)
(...)
Roxanne
No tienes que encender la luz roja
Esos días han terminado
No tienes que vender tu cuerpo a la noche

Roxanne
No tienes que ponerte ese vestido esta noche
caminar las calles por dinero
A ti no te importa si está mal o está bien

Roxanne
No tienes que encender la luz roja

Te amé desde que te conocí
No te hablaría de forma condescendiente
simplemente tengo que decirte, cómo me siento…
No te compartiré con otro
Sé que mi mente se conforma
Así que, quítate el maquillaje
Lo dije una vez, no lo diré otra vez…
es una mal camino.

Roxanne
No tienes que encender la luz roja
Roxanne
No tienes que encender la luz roja.
.....................

"No piense mal de mí, señorita. Mi interés por usted es puramente sexual."

(Groucho Marx)